“Lo que eliges pensar es con lo que vives constantemente” Louise L. Hay. El año pasado fue uno que impactó a toda la humanidad, trastocó nuestra vida cotidiana, nuestras rutinas y nuestros temores. Logramos ver los verdaderos colores de las personas, supimos quienes eran los reales y quienes eran los pasajeros. Mi abuela una vez me dijo, “cada alma es una melodía de renovación constante”, realmente nunca la entendí, hasta que me tocó vivirlo. Todas las especies estamos en constante renovación, ya sea para bien o para mal, no
pensamos de la misma forma que pensábamos cuando éramos unos adolescentes. Tampoco nos proyectamos, ni hablamos de la misma forma que cuando más jóvenes, ¿a dónde quiero llegar?, que la situación nos ha llevado a renovarnos por completo. Muchos sufrimos, lloramos y perdimos. Sentimos la pérdida de algún ser querido, ya sea por enfermedad o porque simplemente en este último año, (tan difícil para todos), unos cuantos no aguantaron y nos dieron el último adiós definitivo. Tenemos muchas razones o tal vez excusas, para sentirnos débiles, tristes e impotentes, pero la mente y la actitud ante la adversidad es quién destaca a los valientes y a los triunfadores. La vida nunca a sido fácil, y nos tocó a todos adaptarnos y reinventarnos. Muchos hicimos una muy bien merecida pausa, pero ya llegó la hora de retomarlo todo. Ya recargamos, nos reestructuramos y es el momento de re-inventarnos.
¡Hasta la próxima!
